Me presento. Soy Ilenia y padezco de URTICARIA AGUDA RECURRENTE

Hola amig@s. Mi nombre es Ilenia y tengo 32 años. Empecé a padecer URTICARIA AGUDA con ANGIODEMAS con 2 años y medio. Los médicos no sabían con claridad a lo que se estaban enfrentando, solo sabían que se trataba de una alergia, pero a que?

Empezamos con las pruebas cutáneas para alergias. Se realizaron RAST para:

Alimentos nativos o frescos ya que pueden ser causas de urticaria, angioedema, anafilaxia y alergia alimentaria.

Los test salieron negativos, pero mi pediatra creyó conveniente empezar una dieta sin trigo sin lácteos. Al cabo de 5 meses lo dejamos ya que no había aportado resultados.

El tratamiento era basado en antihistamínicos y corticoides (si aparecía angiodema). Puedo recordar como mi padre y mi madre me aliviaban el picor masajeando mi cuerpo con talco mentolado.

La duración del brote era (y sigue siendo) entre 3 y 4 días, y casi siempre iban acompañados de dolor de garganta o fiebre.

A partir de 5/6 años los brotes desaparecieron por completo, y empezaron a volver cuando cumplí los 21 años (una vez al año, y acompañados de faringitis, o fiebre).

En 2012 empezó mi verdadera lucha contra a este enemigo que cuando se desencadena recubre mi cuerpos de habones.

De repente empiezo a notar un picor muy fuerte en las articulaciones. De pequeña empezaba por los parpados, hoy en día siempre aparece primero en muñecas y tobillos. Noto como poquito a poco se van formando las pompas, y cuando me decido a levantar la manga de mi camiseta, ella esta allí... empieza como si fueran picaduras de mosquitos, chiquititas y redonditas, y al cabo de media hora ya se convierten en ronchas irregulares de color rojo que se van expandiendo por todo el cuerpo hasta unirse una con otra, y generando un picor insoportable. Van cambiando de sitio, se desplazan por zonas. Cuando crees que ya se acabó vuelven mas fuertes, hasta que se ponen blanca por dentro creando dibujos muy parecidos a un mapa geográfico. Una vez pasado el brote, se van sin dejar rastro. Si tengo suerte no salen angiodemas, pero ha habido veces que pies y manos se pusieron tan hinchados, hasta el punto de no poder andar o poder doblar completamente los dedos. De los ojos mejor no hablar... Habéis visto alguna vez un sapo con ojos saltones? Pues esa soy yo!!